La clase de estanquidad IP67 garantiza la resistencia al sumersión del dispositivo en el agua. Tal ocasión puede ocurrir incluso durante el uso normal, por accidente. Esto no significa, sin embargo, que el equipo puede operarse de forma permanente bajo el agua o lavado a presión. La clase IP67 permite la inmersión de dispositivos pequeños a una profundidad de 1 m, pero no más de media hora.
Si dicho producto ha de estar constantemente utilizado bajo agua, habrá que buscar un dispositivo con clase de estanquidad IP68. Sus limitaciones tendrán que delimitarse individualmente por el fabricante.
En caso de que fuera necesaria una limpieza a presión, vale la pena escoger dispositivos con clase de estanquidad p.ej., IP66K o IP69K. El primero responde a una sumersión de corto tiempo.
Hay que recordar que la nomenclatura IP67 garantiza una total impermeabilidad a cuerpos extraños del producto.